Perdón... no soy buena para vos.

Vos y ella sabían perfectamente que no estaban solos, habían llegado a olvidar que alrededor de sus esqueletos andantes, se encontraba una multitud que controlaba sus movimientos.
" Querida, ¿ y vos sabés que cuando te veo, hay fuegos artificiales?" le dijiste vos a ella, porque según me lo habías dicho ella era todo lo que no habías estado esperando pero extrañamente, te volvió loco en cuestión de cinco segundos.
Pero ella, un ser lleno de misterios (casi como un nuevo planeta lleno de vida) te respondió:
" ¿Cómo esperás que yo crea tus boberías de niño enamorado? Si yo no estoy para cuentos de amor, yo lo que quiero, es encontrar un compañero de viaje, que me regale libros, no zapatos ni lencería. Porque ya muchos antes de vos, me han querido seducir así; y la verdad, es que me canso y los dejo ahí con el corazón roto, y sin ningún tipo de remordimiento, doy media vuelta y sigo mi camino. Vos sos un buen hombre, o eso parecés; pero, no sé si seas un buen compañero."
Eso fue lo que te respondió, y no me lo contó nadie, yo estaba parada justo atrás de ustedes, y pude ver tu cara de perrito regañado, vi el dolor en tus ojos; y no me digás que no era dolor si te conozco desde que aprendiste a decir "mamá". Te dije desde siempre que no esperaba menos, que ella no era otra chica enamoradiza, te advertí que ella camina sola, que aprendió a volar hace algunos años; y no me pongás esos ojitos a mí, porque vos sabés que la conozco bien, que hemos sido casi una sola, que sabía que te iba a romper el corazón; pero algo es cierto, hay dolores que necesitamos vivir para crecer. Quizás lo que más te dolió, fue que por ella cambiaste muchas cosas, aprendiste a ser fiel por ella; pero querido, no aprendás nada por nadie, aprendé por vos mismo, porque quién tendrá que verse al espejo a diario sos vos, quién sentirá pena u orgullo sos vos; aprendé a dar sin esperar recompensa, aprendé a que los cuentos no existen, que sólo vamos por la vida escribiendo historias que nos marcan para siempre; pero sobre todo, aprendé que si te dije que no, no es porque no seas bueno para mí, si no, porque no soy buena para vos. Perdón si no respondí como querías, pero como ya te dije no estoy para historias de amor; yo soy mi cómplice, mi enemiga y muchas cosas más; pero no soy buena para vos.

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