El final que te hizo florecer.

Te encontrás en ese momento, el aire parece haberse ido de tu ser, tu corazón dejó de bombear sangre, tu mente (después de mucho tiempo) quedó en blanco; no estabas lista para esto, nadie te había dicho cómo reaccionar, es que nunca te había pasado, sabías de que debía pasar pero no cómo, mucho menos cuándo, a qué hora, qué ibas a llevar puesto, cómo te lo iban a decir.... vos sabés de lo que hablo.

Te abruma porque muchas veces creíste haberte encontrado con la representación misma del dolor, de la tristeza, de la impotencia ante no saber qué hacer, pero todo eso es risible si lo comparás con esto, con el despertar sin una parte de vos, sin una parte de tu existencia (que no ha sido tan larga pero la has disfrutado).

La definición que la medicina aporta de muerte es: " el fin de la vida", pero ¿qué quieren decir? si vos estás sintiendo la presencia de esa parte de tu ser, hoy más fuerte que nunca, como si la hora de la muerte, la declaración de un médico, el cuerpo helado, el corazón sin latir; como si todo eso no fuera suficiente para declarar el fin de la vida.

Te lo dije antes, sabías que debía pasar pero no sabías cuándo; porque ahora descubrís que morir es sólo una forma de comenzar a existir, de trascender, de ser libre; nunca le has temido a morir, pero te paralizaba el ver morir a alguien.

¿Por qué estás escribiendo eso? Escribir sobre la muerte no es triste, es igual a escribir sobre el amor, sobre la política, sobre economía; me entendés, se trata de escribir de algo real, de lo que pasa o deja de pasar. Estás acá, escribiendo sobre eso porque necesitas escribir de algo que te haya despertado algo que nunca habías sentido.

Descubrís que entonces no hay ruta de escape, no hay mecanismo de defensa, no hay manera de olvidar eso; pero quizá la separación física sea lo más difícil y eso te aterra, no volver a recibir ese abrazo que te daba fuerzas; pero ¿quién dice que no te va a volver a abrazar? me refiero a que podés cerrar los ojos y sentir ese abrazo de nuevo.

Te pregunté por qué escribías esto, se te llenaron los ojos de lagrimas pero sonreíste y eso es lo más parecido a un arcoiris que vi hoy, las tormentas te han hecho crecer desde que conocí y hoy te contemplé más hermosa, floreciste, creíste que no ibas a poder. Yo sabía que lo ibas a lograr, lo supe desde que te vi recibir la noticia y tu primer pensamiento fue el amor que le tuviste, el amor rescata.

No todas las historias son roca ni faro, hay amores que hunden, que destruyen; pero tu amor es roca y faro, porque me permitís descansar en tu abrazo, sos faro porque cuando no sé hacia dónde caminar, te veo y sé que quiero ir allí donde te pueda contemplar.

Ya no sé si estoy escribiendo de la muerte o una oda a tu sonrisa que fue arcoiris, pero si estoy consciente que sin la muerte no habrías entendido el valor de la sonrisa y del abrazo. Te dejo esta nota, para que la leás cuando volvás a casa y sepás que siempre me vas a encontrar en la sonrisa.

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